Organigrama, hazlo al revés.

 


Es espeluznante pensar que toda labor de fabricación, control de calidad, distribución, promoción y venta se pueda venir abajo por esa persona que tiene el último contacto con el cliente.

Es recomendable hacer un organigrama donde la importancia de cada nivel sea proporcionalmente directa al contacto con el cliente.

Cuando somos consumidores idealizamos la forma en que nos gustaría ser tratados, sin embargo a veces no vemos en nuestro negocio errores que en otros nos molestan.

Un problema común es que la capacitación muchas veces es solo técnica.

Es necesario que tanto nuestro equipo como nosotros mismos tengamos habilidades de comunicación y la facilidad de hablar y cautivar a cualquier público, ya sea de una o mil personas.

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