Publicidad y Relaciones Públicas.
PUBLICIDAD Y RELACIONES PÚBLICAS.
LA
COMBINACIÓN IDEAL.
Existen
empresas y negocios cuyo monto de inversión en publicidad es considerable. Sin embargo, este hecho no significa por sí
mismo que el triunfo de una campaña esté garantizado. Nunca hay que olvidar que
una deficiente estrategia creativa, un objetivo mal definido, una inadecuada
selección de los medios, etc., pueden provocar un gran fracaso, tanto económico
como en la imagen corporativa y del producto.
En el
primero de los casos el hecho puede ser doloroso, en el segundo, mortal.
Asimismo,
prevalecen una serie de puntos finos que deben considerarse para lograr que esa
cantidad de dinero, tiempo y esfuerzo generen resultados altamente
rentables.
Por
ejemplo, hay campañas publicitarias cuyos objetivos, procedimientos e
implementación no podrían ser mejores, pero pasaron por alto informar a todos
los miembros de la empresa el objetivo que se pretendía alcanzar, la
importancia que representa el que todos trabajen en esa línea y el papel que
juega cada persona o área.
Por
ello, suele suceder que uno o varios clientes potenciales, influenciados por la
publicidad, recurran a contactar directamente a la empresa (no necesariamente
al contacto que aparece en la publicidad), ya sea para solicitar más
información o para adquirir el producto o servicio directamente o negociar
condiciones especiales… y suceda algo así:
-
Nunca darle respuesta al cliente, ya que “no es mi área y se me olvidó
pasar el contacto a la persona indicada”.
-
“En este momento no hay nadie que pueda atenderle, llame USTED más
tarde”.
-
“Es que todos están en junta”.
-
“No acostumbramos a dar precios por teléfono o WhattsApp, necesito todos
sus datos antes de darle información”.
-
“La verdad desconozco la promoción o las características del producto,
déjeme averiguar”.
-
“Creo que ya se agotó y no sabemos cuándo llegue más”.
-
“¿En dónde dice que vio el anuncio?”.
Y como
las anteriores, existen muchos ejemplos, como recibir respuestas con infinidad
de faltas de ortografía o escuchar una voz con un tono de fastidio.
No
debemos olvidar que la mayoría de nosotros, cuando nos toca el papel de
cliente, generalizamos una opinión casi definitiva de la empresa, por la forma
en que nos atiende la gente pública (vigilante, recepcionista, vendedor, ejecutivo,
secretaria, etc.)
El
problema es que, si este primer contacto nos genera una mala experiencia o
impresión, difícilmente la cambiaremos por mucha publicidad que haya atrás.
Se
debe reafirmar la importancia que conlleva desempeñar también una buena labor
de Relaciones Públicas.
Es muy
importante realizar una presentación del nuevo producto, servicio, promoción,
cambio de imagen, etc., a los principales clientes, distribuidores, pero sobre
todo al personal de la empresa para todos funcionar de manera armónica.
Existen
una serie de beneficios que ofrecen este tipo de eventos:
-
Hacer sentir a todos los involucrados su importancia para lograr los
resultados esperados.
-
Tener un mayor contacto entre las partes que a veces ni se conocen, ni
saben las áreas que cada uno maneja.
-
Incrementar la confianza y lealtad de todas las partes.
-
Mayor eficiencia en la implementación.
-
Menos confusión y cuellos de botella que pueden perjudicar el logro del
objetivo final.
Este
tipo de eventos y comunicación más directa es sólo una de tantas cosas que
significan las Relaciones Públicas.
Contratamos a agencias que se encargan de las Relaciones Públicas y los
medios, lo cual es recomendable, pero a veces se nos olvida lo más obvio que
son las Relaciones Pública internas.
Debemos
percibir todos los elementos que tiene la unión ideal de la Publicidad y las Relaciones
Públicas para poder alcanzar con mayor fuerza y prontitud los resultados
deseados y los objetivos de comunicación fluida, puntual y efectiva.
Sobra
decir que uno de los valores más buscados, y a veces dado por sentado, es una
verdadera filosofía de servicio al cliente.
Debemos
tener en mente que hoy, más que nunca, el cliente es lo más importante que
tiene una empresa, por encima del Director General y del mismo Consejo de Accionistas
que a veces se sienten “tocados por los dioses” y se olvidan de que no
existirían sin ese cliente que decidió mostrar interés por su producto o
servicio.
Una
vez más se demuestra que una comunicación efectiva y puntual logra
milagros. Muchas veces es tan deficiente
que conocemos a varias personas que se les hace difícil hasta sonreír o iniciar
una plática informal y se escudan en una actitud lejana y soberbia.
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