Un buen sabor de boca.


 ¡No quedé con un buen sabor de boca!

¡Sabía la respuesta, pero no respondí bien!
¡Siento que se aburrieron y confundieron!
Son incontables las ocasiones en las que saber hablar bien y comunicarse de forma efectiva y poderosa son determinantes para el éxito profesional y personal.
A veces nos llenamos de cursos, clases y libros técnicos que nos proporcionan muchos conocimientos, pero no nos preocupamos de tomar el curso que nos permitirá transmitirlos.
Hay que reflexionar que el contenido de un mensaje representa cuando mucho el 7% del impacto total que hacemos en nuestros receptores.
La clave no está tanto en el QUÉ, sino en el CÓMO lo digo.
Para lograr una comunicación poderosa, tenemos que transmitir un mensaje por cuatro vías:
- VÍA ORAL - Voz. Potencia, claridad, tonos, matices, dicción, eliminar muletillas.
- VÍA VISUAL - Cuerpo. Presencia, posturas, ademanes, contacto visual, lenguaje corporal y facial, eliminar muletillas.
- VÍA INTELECTUAL - Mensaje. Adaptarse al receptor, ejemplos, historias, agilidad mental, improvisación, estructuración, sentido del humor e ingenio.
- VÍA ENERGÍA - Emotividad. Manejo de las emociones, sensibilización, retroalimentación, manejo de públicos difíciles, energía colectiva.
Todo esto debe estar basado en perder el famoso miedo, pena o pánico escénico y realmente disfrutar ser el foco de atención.
Descubre herramientas sencillas y poderosas para que experimentes un cambio espectacular.
Sin importar a lo que nos dediquemos, todos tenemos la necesidad de relacionarnos, comunicarnos y transmitir nuestras ideas de forma clara y contundente.

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