¿Qué digo? Seguro a ti, como a todos, te ha pasado que de repente te quedas en blanco, se te acaba la cuerda, se te agotan las ideas, repites lo mismo y nada más le das vueltas, se te borra la palabra, se te olvida la cifra, los minutos parecen horas no se te ocurre cómo explicar y expresar tu idea más claramente y sobre todo de manera interesante que mantenga a la gente cautivada y atrapada. Sin embargo, esto difícilmente pasa cuando te sientes en confianza, no sientes presión o nervios. Muchísimas veces fluyes de maravilla, te conectas y disfrutas tu plática. Hemos escuchado tantas veces que no es tan importante lo que digo, sino cómo lo digo. Esto es verdad, los tonos y matices, las emociones que le imprimimos a las palabras son indispensables para que la gente sienta lo que decimos, pero el punto de partida es que debe haber palabras, un mensaje, el famoso "¿QUÉ DIGO?" Hay personas que aunque sean expertas en un tema, tengan el conocimiento o cuenten una anécdota ...