¡Autoamor!

 ¡Autoamor!

En este Mes del Amor, vale la pena una reflexión.

El amor de tu vida, el amor verdadero, el amor eterno es a veces el más raro de encontrar.

Pregúntale a alguien quién o qué es su gran amor. Las respuestas más comunes son:

- Mis hijos

- Mi pareja

- Mis padres o familia

- Mi mascota

- Mi hobby

- Mi trabajo o negocio

y aunque no lo digan, algunas personas dan la impresión que

su amor es ... su celular.

Pocas personas van a contestar:

-¡YO!

Si alguna persona responde así, hasta la calificamos de egoísta,

egocéntrica, creída, etc. Por supuesto que hay personas así,

con un trastorno de personalidad llamado narcisismo.

Sin embargo, cuando todo y todos son antes que nosotros, cuando

estamos agotados de dar y dar, cuando es imposible decir "no puedo" o "no quiero", cuando empezamos a posponer nuestros momentos de placer, cuando nunca tenemos tiempo para hacer algo solamente para nosotros, cuando empezamos hasta descuidar nuestra salud o nuestro arreglo personal, cuando permitimos que la pareja o la familia nos haga sentir menos o cuando los hijos nos demandan todo el tiempo total atención, cuando tenemos un jefe o un ambiente de trabajo donde no aprecian nuestro talento o esfuerzo, cuando el miedo o la pena se van apoderando de nosotros y ya el principal argumento para hacer o no hacer algo es "qué van a decir los demás" y vivimos casi casi para complacer a todo mundo, priorizando su opinión antes que la nuestra... entonces sí necesitas una gran dosis de autoestima, amor propio o autoamor.

Hay personas que se convierten solo en proveedores. Proveedores de dinero, de tiempo, de favores, de atenciones para los demás. A veces este problema sucede poco a poco, no nos damos cuenta, hasta que un día comprendemos que nos urge poner un alto

y preocuparnos por nuestro crecimiento, nuestro disfrute y

empoderarnos de verdad, primero que nada para nuestro propio

beneficio y, por consecuencia, también para los que nos rodean.

Nadie puede pedir respeto si no se respeta a sí mismo,

nadie puede pedir amor si no se ama a sí mismo.

¿Quieres darle a las personas que realmente te quieren el mejor regalo? Dales la mejor versión de ti.

No se te olvide, el amor de tu vida eres ¡TÚ!